ArteBA y el Comité de Selección se reserva el derecho a no difundir las razones de las decisiones tomadas, las cuales son de carácter confidencial. Bajo ninguna circunstancia se informarán los motivos ni se darán las explicaciones verbales o escritas con respecto a las decisiones adoptadas por dicho Comité.
Creo que éste nivel de autoritarismo nos da mucho en qué pensar… - un ensayo de Cristina Cazaubun Martínez
Cuando se me pidió que diera una conferencia acepté hacerlo porque el derecho a pensar, elegir y a expresarse son para mí la base de la verdadera libertad, la vía crítica para mejorar la realidad en que vivimos y estoy muy disconforme con lo que está aconteciendo ya que en el espejo de las artes no están siendo reflejadas todas las ideas…
ArteBA 2012 – Premio Petrobras
Ganador: Cralos Herrera: "Autoriterato sobre mi muerte"
Cralos Herrera: "Autoriterato sobre mi muerte"
-¿Quisiera explicar su obra?
-¿A qué nivel?
-Bueno; a todos los niveles. Quizás sería bueno que primero la describa, por ejemplo. Que relate qué es eso, qué tiene dentro esa bolsa de plástico, y que es ese animal que asoma…
-Es una obra que se llama “Autorretrato sobre mi muerte”, lo cual puede explicar un poco lo que está sucediendo en la obra. Es una intepretación sobre lo que considero un momento de mi vida, una posibilidad de muerte, un retrato de mi muerte. La obra no indaga en ningún aspecto que tenga que ver con lo emocional o con la relación con el alma, ni lo espiritual ni la elevación , sino todo lo contrario. Lo que trata de representar es la muerte en su estado más concreto, mas matérico. Como lo que queda, lo que uno deja; y lo orgánico.
-¿Que podría decir respecto de lo orgánico que elegió incluir en la obra, los calamares?
-Gracias a la investigación que hice sobre distintos olores similares a los que uno siente cuando va al cementerio, este fue el que más se acercaba a representar ese olor tan agudo de la muerte.
-(A decir verdad, el olor que emana de la bolsa no recuerda para nada a un cementerio sino a un puerto; pero, bueno…) La bolsa contiene otros objetos. ¿Qué son?
-Hay un par de zapatillas que usé hasta último momento, una remera que compré para mi cumpleaños, y un par de medias que quiero mucho. Esos elementos son, de algún modo, mi ofrenda, lo que queda de mí, lo que dejo de mí en esa bolsa. Pero la obra también abre otras lecturas posibles que tienen que ver con la posibilidad de no sólo estar bien muerto acá, en la feria, y luego transformarme en basura. Ese es un poco el slogan que apoya mi autorretrato…, estar seis días muerto en la feria y luego, ser basura. Además de esa situación, también tengo en cuenta el espacio que puede ocupar el olor a muerte, los metros cuadrados.
-¿Por qué usó tan pocos calamares, sólo dos, uno dentro de cada zapato?
-Sería imposible representar mis kilos en calamares. Sería un exceso poético. Los calamares tienen la escala de la obra. Es una cuestión más de estética.
-¿Qué piensa hacer con los 50 mil pesos?
-Eso es lo menos importante. Como que el dinero en un artista siempre es importante para lo que uno quiere hacer...
-¿Pero el dinero es importante o no?
-Es importante el premio. El dinero es una consecuencia.
-Entonces, si el dinero no le importa, ¿lo donaría?
-No, porque tengo cosas que hacer, de mi vida. Es una pregunta primitiva. El dinero es importante para un artista como para cualquier persona. Aunque lo importante es que existe un jurado que elige la obra.
La Asociación Argentina de Galerías de Arte organiza Eggo, una feria de arte con precios populares y reconoce la asfixia de un mercado en retracción pronunciada. Cuando España mantiene un volumen de ventas que alcanza los 300 millones de dólares, y Brasil asciende a cien, en la Argentina no se superan los 30 millones, y esas ganancias, además de escasas, están muy mal distribuídas…Además de esto, la Asociación se lava las manos de su parte de responsabilidad y reconoce que “-Tenemos excelentes artistas que no cotizan. En eso tiene responsabilidad el Estado”
La formulación de preguntas
Qué, Cómo y Dónde funcionan estos mecanismos
Llevo varios años de práctica artística, comencé cuando tuve el primer lápiz en mi mano, hice varios cursos y cuando ingresé en la facultad amplié mi panorama en el que pasé mucho tiempo viendo, conviviendo y produciendo en un contexto cultural y artístico disfuncional. Cuando tuve la posibilidad de viajar a otros destinos, y recorrer lugares como la National y la Tate Modern Gallery en Londres o el Rijksmuseum de Amsterdam, también trabajé para diferentes manifestaciones de Diversidad sexual realizando body painting, la vivencia fue bastante extraña porque vivir en el presente y ver parte del pasado se siente como estar entre dos mundos. En la mayoría de los lugares que recorrí, los artistas asumen que en normalmente se requiere de un trabajo cualquiera para vivir y tiempo extra para producir y entendí que algunas comunidades virtuales como Couch Surfing o Hospitality Club están repletas de personas que no bajan los brazos y comprenden que la alienación a las que nos somete éste sistema tiene grietas por las que tenemos la necesidad de intentar filtrarnos, para compartir y crecer.
Para los que nos conocen el término curador, o lo concen pero no lo terminan de comprender, se supone que a grandes rasgos su función es auxiliar , contextualizar y conceptualizar la puesta en escena y recopilación o aglutinamiento de obras en diferentes condiciones de exhibicion o catálogo. El problema es que con el tiempo, su función ha tomado un nivel de protagonismo, por el cual hoy tenemos curadores que disponen del mismo poder casi mistico comparable a la funcion de canonizadora de los sacerdotes del Medioevo, que aun continua en nuestros dias, los cuales definen, legitiman y se consideran portadores de un saber atribuíble al de alguien que está conectado con lo sobrenatural.
Lo que nos está pasando, trasciende la geografía, la identidad cultural y nacional, ocurre globalizadamente, como las segregaciones sociales, las hamburguesas de McDonalds y la prostitución. Y tal cómo la prostitución, de la cual se dice es la profesion más antigua que existe, también la corrupción que manipula el mercado artístico lo es, y se engulle las libertades mientras escupe en nuestra mesa la cultura de masas.
Las nuevas tendencias y tecnologías, mientras los poderes se alzan con el mercado… ¿qué ocurre entre la gente “común”?
Gran caudal de productos artísticos han sido incorporados al fenómeno de lo cibernético, y podríamos decir que se beneficiaron en la amplitud de llegada, pero algunos se perjudicaron en la calidad de su llegada. Está bueno enterarse de cosas, saber sobre artistas innovadores y echar un vistazo a sus obras, pero ¿Es esto equivalente a saber, ver, mirar, conocer y dejarse conmover? A veces es tanta la diversidad que nos conformamos con ese fragmento de información, es muy cómodo, obviamente, pero nos estamos perdiendo la posibilidad de experimentar muchas emociones. Confieso que cuando vi el Guernica de Picasso en el Museo Reina Sofía podría haber imaginado muchas cosas, pero nunca que iba a tener un acceso de llanto, mientras parada sola entre un contingente de Chinos trataba de secarme las lagrimas para hacer unas fotos.
Posiblemente la mayoría de Uds. haya visto alguna obra de Leonardo Da Vinci, pero ¿Si pregunto lo mismo sobre Elías García Martínez?
Es sorprendente que casi todos vieron una recientemente y ni siquiera lo recuerdan. Éste pintor nació en 1858, estudio Bellas Artes en Valencia y Barcelona y según el Diario Gran Enciclopedia Aragonesa en un artículo de Noviembre del 2010 “su labor como retratista está considerada como discreta, ya que sus pinturas no contenían las innovaciones introducidas por la modernidad y en alguna ocasión copió cuadros antiguos” No sé si estos argumentos hacen justicia a su obra, pero tampoco creo que festejar su destrucción sea acertado, como tampoco lo sería hacerle cortes a la Gioconda original para restaurarlo por error….claro que ésta obra fue nombrada y habilitada, utilizada y legitimada, es un caballito de batalla número uno en ventas que produce dividendos para la corona vaticana y demás industrias montadas alrededor de su figura, y el Ecce Huomo no, nunca formó parte del canon y para saltar a la fama hubo de destruírlo y venderlo con la ayuda de una “artista posmoderna incomprendida” según 12000 seguidores de facebook.
Qué bueno sería valorar las obras del pasado, respetarlas y todo ello sin necesidad de alguien licenciado que nos levante el pulgar y nos lo sirva en una cajita feliz….
(continuará...)
Cristina Cazaubun Martínez
